El corazón palpita,

incansable, emocionado,

con el fin último de parar

sin dejar nada.

¡Oh código desconocido del sueño eterno!

En un estado moribundo

ví en lo que creía sus brazos

dibujos de trazos blancos

sobre el azul de un mar profundo.

Mensajes en diferentes formas,

amaneceres violáceos, alquímicos.

La muerte y la vida nos reclama,

Vivir nos exige cambiar

vivir nos exige necesitar.

Cuestiona la funcionalidad

enfrentala con cabeza y corazón.

Hay piedad si hay humanidad,

¡Oh magia,expresiva y visceral!

real y sublime belleza,

ser en la ausencia de dudas.

Escucha tu voz

sobre todas las otras;

porque ella morira contigo,

mientras las otras irán o no a tu funeral.

Se tú,

no varios en la duda,

en esa armonía helénica

que los vivos ejecutamos naturalmente.

Deformar lo puro,

es cubrirse de tiempo perdido,

imposibilitando oirse,

olvidando, perdiéndose.

Es menester escucharse,

para ser felices,

lo mejor que podemos ser,

nuestra mejor versión.

Venga ‘mijo,

¡¿que cosa pasa?!

Arriba ese animo,

quiérete un poquito.

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