El cuerpo convulsiona,
se sacude incontrolablemente,
un sonido agudo crece,
abrazamos la tormenta.
No podría confesarme,
tardaría demasiado tiempo,
tiempo que necesito
para descifrar la verdad.
Inimaginable verdad,
incontrolable deseo,
engaño, traición,
belleza, desesperación.
No hay olvido
para el sabor del mensaje,
del instinto salvaje.
Fuego en la boca..
Lo fácil es tan difícil,
romper una cadena de pensamientos,
desligarla emocionalmente,
seguir sin mirar atrás.
Sentir el calor,
pensar el dolor,
estar aún;
seguir en un recuerdo.
Arde olvidar,
duele dejar,
pedir por favor,
rogar, suplicar.
Se desmorona todo,
tan agria, suavemente,
ocurre el ocurrir,
el ahora.
Verlo,
reaccionar
frente a lo inevitable.
Tiempo despiadado, indomable.
El frío tan caliente que entumece,
el calor que suda.
La sonrisa y las cicatrices muestran,
más lo hace cómo miramos.
El peligro,
la ausencia,
la única realidad,
lo que vive y lo que no.
Dejarse morir
es otra manera de matarse.
Olvidar olvidar,
olvidar perdonar.
Avanzar retrocediendo,
el brillo incoloro en la oscuridad de las pupilas,
el pensamiento de no volverte a tocar.
La contradicción tiene nombre, el tuyo.